domingo, 17 de agosto de 2014

Aspectos mínimos a considerar en la solicitud de un préstamo


A la hora de evaluar sobre la solicitud de un préstamo dinerario de un monto determinado, sería conveniente analizar: la tasa de interés ofrecida, el plazo de financiación y el sistema de amortización del mismo.

La tasa de interés es el “precio” del dinero, el costo que tendrá que abonar el deudor por ese servicio financiero. Mientras sea más fácil conseguir dinero y haya mayor liquidez en el mercado, la tasa de interés será más baja. Si no hay suficiente dinero para prestar y hay menor liquidez, la tasa será más alta.

La tasa de interés puede ser fija o variable. Si la tasa de interés es fija, permanecerá constante durante todo el periodo de financiación del préstamo, lo que es muy útil en un contexto inflacionario. Sin embargo, es justamente difícil en este contexto, encontrar en el mercado la oferta de tasas de interés fijas, o cuando se encuentran, éstas son muy altas.

Si la tasa de interés es variable, irá fluctuando durante todo el período de financiación, y se determinará al momento de establecer cada cuota, en función de las expectativas inflacionarias de los agentes económicos.

El plazo de financiación, será entonces el tiempo de devolución del dinero, pactado entre las partes intervinientes. Así, podremos observar plazos de financiación a corto plazo (inferiores a un año) o a largo plazo.

El sistema de amortización de un préstamo, es un sistema matemático que se utiliza para calcular la extinción gradual del préstamo por medio de pagos periódicos, que pueden ser iguales o diferentes.

En el mercado financiero argentino, se ofrecen dos sistemas de amortización: el Sistema Francés y el Sistema Alemán.-

En el Sistema Francés, la amortización de capital es creciente, pero como el interés se calcula sobre el saldo de deuda, éste decrece con el transcurso del tiempo. Lo que produce como resultante una cuota constante durante la vigencia del préstamo en cuanto a su monto, variando únicamente la integración de la misma, entre porcentaje de amortización de capital y porcentaje de interés.

En cambio, en el Sistema Alemán el monto de las cuotas varía a lo largo del tiempo, en sentido descendente. Porque en este sistema, la amortización de capital es constante durante la vigencia del préstamo. Pero el interés se calcula sobre el saldo de deuda y como este saldo decrece a medida que transcurre el plazo de financiación, también decrecen los intereses. Así el monto de las cuotas, se compondrá por un porcentaje constante de amortización de capital más otro porcentaje de interés que será -por lo antedicho- decreciente, ergo las cuotas también lo serán, en tanto el único porcentual variable de la cuota también lo es.

Entonces, el ritmo de amortización de capital del Sistema Francés es más lento que el Sistema Alemán. Lo que tendrá importancia, en tanto se quiera cancelar anticipadamente el préstamo, o se incurra en insolvencia o imposibilidad de seguir abonándolo. Y desde ya, en la cuantía de la determinación de intereses a pagar, dado que siempre se calculan sobre el saldo de deuda.

Por supuesto, que en esta simplificación no estamos considerando otros componentes de las cuotas, como seguros, gastos administrativos, comisiones, etc., que desde ya impactarán en el monto a desembolsar periódicamente para finalizar el préstamo.